Buenos días ESO del 16 al 20 de junio

 

Lunes, 16 de junio

Buenos días comunes en el teatro.

Martes, 17 de junio

ACABA EL CURSO… 

EMPIEZA UN NUEVO VERANO: 

¿QUÉ ESPERO CONSEGUIR?

REFLEXIÓN: Gesto para valorar lo bueno

Con una música agradable cronometramos 60 segundos para contar con nuestros dedos o señalar en una hoja diferentes momentos de este curso que recuerdo con alegría: valen las excursiones, tutorías, celebraciones, fiestas…y también si lo consideras, momentos en el Centro Juvenil, el Teatro o el club deportivo. ¡Es una competición! Y el tiempo empieza ¡ya!

Para contar vamos a hacerlo de una forma diferente: ¿quién ha sonreído la mayor parte de este minuto? ¿quién se ha perdido contando el número de recuerdos? ¿quién le gustaría tener otro minuto para seguir trayendo estos momentos a su mente?

¡Qué suerte tenemos! Quien haya respondido que sí a alguno de los interrogantes ha ganado la competición. Enhorabuena, eres el campeón del torneo de vivir feliz y hacer feliz. Ahora toca ponerse a construir nuevos recuerdos, y muchos más. ¡Ánimo!

ORACIÓN

Gracias, Señor, por todos los momentos que vivo: por los buenos que me hacen sonreír, y por los malos que me hacen valorar las cosas bonitas de la vida y me enseñan lecciones valiosas. Gracias, Dios, por todas las sonrisas que nacen cuando pienso en la gente que quiero. Ayúdame a seguir valorando cada momento de fiesta y alegría. Amén.

Miércoles, 18 de junio

ACABA EL CURSO… 

EMPIEZA UN NUEVO VERANO: 

¿QUÉ LES PIDO A LOS DEMÁS?

REFLEXIÓN

En las Eucaristías hacemos muchas cosas en forma de oraciones, símbolos, gestos…y muchos psicólogos se fijan en 4 cosas que hace nuestra mente en cada misa y que son muy importantes para nuestra salud mental:

· Pedir perdón por las cosas en que fallamos 

· Pensar en las cosas que nos preocupan y pedir por ellas

· Ofrecer lo mejor que tenemos

· Dar gracias por las cosas buenas de nuestra vida

Cuando una persona se acostumbra a realizar estos pasos es más feliz en su día a día, y es más fácil para ella superar los problemas o responder ante las dificultades. Aunque esto lo podemos hacer de muchas formas, cuando rezamos estamos acostumbrando a nuestro cerebro y a nuestra personalidad a dar estos pasos, y además a hacerlo con un estilo concreto muy bonito que es el de Jesús, el del Amor.

Por eso, sabemos que rezar todos los días un poco es algo muy bueno para nosotros, y además, durante el año, preparamos momentos especiales: en Navidad nos preparamos para las buenas noticias, en Cuaresma celebramos la reconciliación (el perdón) para uno de los momentos más duros del año (Semana Santa) que acaba en el día más bonito (Domingo de Resurrección), y con la misa semanal y las celebraciones especiales, las lecturas de la Biblia nos van guiando en todo este proceso para cada persona que quiere cumplir el sueño de Jesús: el Reino del Amor.

Cuando pensemos qué les pedimos a los demás (profesores, compañeros, familias…) podemos pensar en ellos como lo hacemos en Dios, y no solamente pedirles lo que necesitamos, sino también pensar en el perdón y lo que les fallamos, si les ofrecemos lo mejor que tenemos, y darles gracias por sus cosas buenas.

ORACIÓN

Gracias, Señor, por la gente que me enseña a rezar. Déjame escucharte dentro de mí. Quiero seguir aprendiendo a relacionarme con todo el mundo igual que lo hago contigo. 

Gracias, por escucharme y por la gente que me escucha. Gracias, por el perdón y por la gente que me perdona. Gracias, por lo que me das y por la gente que me quiere. Amén.

Jueves, 19 de junio

ACABA EL CURSO… 

EMPIEZA UN NUEVO VERANO: 

¿QUÉ QUIERO APORTAR A LOS DEMÁS?

REFLEXIÓN: Gesto de ofrenda

Hoy, los alumnos de Secundaria ofrecemos a María Auxiliadora un recuerdo de nuestro curso, y una buena intención para nuestras vacaciones para recordar que siempre debemos tener un gesto de gratitud y solidaridad con los que más lo necesitan. 

Un momento de alegría, un lugar de paz, un encuentro de amor…lo mejor de este tiempo pasado lo damos a María en señal de todo lo bueno que quiero aportar a mi gente.

ORACIÓN

Señor, Dios nuestro,

que hiciste a la Virgen María

Madre y Auxiliadora nuestra, 

de todas las personas;

danos a todos mediante su cariño

la fuerza de tu Espíritu

para ser también atentos a las necesidades de los demás

y ser capaces de estar dispuesto a ayudar

a todas las personas con quien convivimos 

Amén.

Viernes, 20 de junio

ACABA EL CURSO… 

EMPIEZA UN NUEVO VERANO:

¿CON QUIÉN QUIERO CONTAR PARA ESTA NUEVA ETAPA?

REFLEXIÓN

Imaginaos todos que vamos a empezar una carrera. “A sus posiciones, preparados, listos…” Pero no es una carrera de correr. A veces, algunos caminos no se recorren andando… ¡sino que se avanza viviendo! ¿Cómo es esto posible? 

Volvamos a nuestra carrera: la pista es una de esas atléticas con sus carriles, pero de las que tienen vallas, sí, es una carrera de obstáculos; digamos que cada paso es las cosas que hago en un día (habrá días en los que avanzaré más que otros…pero cuidado, que también se pueden dar pasos hacia atrás…). Una ventaja…la pista parece muy larga, pero nosotros cada paso, cada día, somos más grandes y avanzamos más rápido. Y algo importante: no hay perdedores; todos los que llegan, ganan.

Siendo así, ¿no te parece mejor idea llegar acompañado? Alguien que te ayude a ir más rápido, como tus profesores; alguien que te anime, como tus padres; alguien que cruce contigo, como tus compañeros…

Ya estás a punto de cruzar la meta. Eres el primero y te queda muy poco.

¿Cuánto te ha costado llegar hasta aquí? ¿Cuáles han sido los pasos más grandes? Y lo más importante: ¿con quién estás?

ORACIÓN

Señor, el acabar este curso quiero darte gracias por todo aquello que recibo de ti.

Gracias por la vida y el amor, por la familia y los compañeros,

por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto voy he hecho en este curso, el trabajo realizado

y las personas que pasaron cerca de mí: 

los más cercanos a mí y los que han estado más lejos,

los que me han dado su mano y aquellos a los que he podido ayudar,

compartir la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor, hoy quiero pedirte perdón:

perdón por el tiempo perdido, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,

y perdón por vivir sin entusiasmo…

Por todos mis olvidos, mi silencio ante la injusticia, te pido perdón.

Hoy te pido para mí y los míos

la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir con optimismo y con bondad llevando a todas partes

un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra tú mis oídos a toda falsedad

y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno.

Amén