Buenos días ESO del 6 al 10 de octubre

 Lunes, 6 de octubre

Buenos días comunes en el teatro

Martes, 7 de octubre

EN LA HISTORIA (Y EN MI HISTORIA)

NADIE TRABAJA SOLO


PALABRA DE DIOS: 1 Corintios 12, 12


«Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo».



LECTURA y REFLEXIÓN


El de hoy es un mensaje muy importante. En la historia, numerosos ejemplos demuestran que el trabajo en equipo y la colaboración son esenciales para el éxito. Desde la construcción de grandes monumentos hasta la resolución de problemas complejos, la cooperación humana ha sido clave para lograr objetivos que serían inalcanzables para un individuo solo.


Gracias a la colaboración que se crea en el trabajo en equipo, el resultado global que se consigue a través del grupo es superior que el que se podría obtener de forma individual. 


Sin duda, el hecho de no trabajar solo mejora la comunicación entre los diferentes miembros, algo que repercute de forma positiva en las relaciones con otros compañeros con los que normalmente no se trabaja de forma continua. A través de la compartición de ideas y opiniones se fomenta un entorno abierto y positivo.


Trabajar con los demás, la creatividad y las ideas innovadoras son dos grandes protagonistas, ya que en conjunto la producción de buenas ideas es superior que trabajando individualmente.


También potencia el diálogo con los demás, es un valor fundamental para la convivencia. A pesar de que el refrán dice que “hablando se entiende la gente”, lo importante del diálogo no es hablar, sino el entendimiento.


Pero también habla de: “En mi historia”. Tomad unos momentos para reflexionar sobre estas preguntas.


¿Te gusta la camaradería y el apoyo que se encuentra en un equipo?

¿Crees que la colaboración con otros puede generar ideas más creativas y soluciones innovadoras?

¿Te sientes motivado por la energía y el dinamismo que puede surgir de la interacción con tus compañeros?


María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros.


VÍDEO: https://www.youtube.com/watch?v=7CgPNGl92b8&ab_channel=Ladies%26Ladies



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El trabajo en equipo, clave para el futuro éxito de los niños



Miércoles, 8 de octubre


EN LA HISTORIA (Y EN MI HISTORIA) PODEMOS APRENDER JUNTOS, UNOS DE OTROS


PALABRA DE DIOS: 1 Tesalonicenses 5, 11


«Por eso, animaos y edificaos unos a otros, tal como lo venís haciendo».



LECTURA y REFLEXIÓN


Vivimos en un mundo diverso, lleno de personas con experiencias, culturas y conocimientos únicos. Cada encuentro con otro ser humano es una oportunidad de crecimiento. A través del intercambio de ideas, podemos expandir nuestra visión del mundo y comprender perspectivas que, tal vez, nunca habríamos considerado por nosotros mismos. Aprender no solo implica adquirir información, sino también aprender a escuchar, a empatizar y a valorar lo que los demás tienen para compartir.


Cuando trabajamos juntos, la suma de nuestros esfuerzos es mucho más poderosa que la simple acumulación de conocimientos individuales. La colaboración nos permite encontrar soluciones innovadoras a los desafíos comunes. Además, al enseñar a otros lo que sabemos, reforzamos nuestro propio entendimiento y nos damos cuenta de cuán interconectados estamos en este proceso de aprendizaje.


Este intercambio no se limita al ámbito académico o profesional. A menudo, los momentos más enriquecedores surgen en conversaciones cotidianas, en las cuales las experiencias de vida de otros nos ofrecen enseñanzas valiosas que no encontraríamos en un libro. A través de los errores, los logros y las historias compartidas, nos acercamos unos a otros y fortalecemos nuestra capacidad de comprender y adaptarnos.


Además, aprender de otros no solo implica compartir conocimiento, sino también aprender a vivir el amor de Cristo en la práctica. Cada persona tiene una historia de fe, y al escuchar esas historias, podemos fortalecer nuestra propia confianza en Dios. Juntos, como comunidad, podemos crecer en gracia y conocimiento, siendo testigos del amor de Cristo, que nos enseña a vivir en unidad y servir a los demás con humildad y generosidad.


María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros.


Imágenes de Aprender juntos libres de derechos | Depositphotos



Jueves, 9 de octubre 

EN LA HISTORIA (Y EN MI HISTORIA) HAY QUE ESFORZARSE PARA CONSEGUIR LOS OBJETIVOS



REFLEXIÓN


En la gran trama de la historia, cada logro significativo ha sido el fruto de un esfuerzo tenaz y una dedicación inquebrantable. Desde los grandes inventos hasta los movimientos sociales que cambiaron el mundo, nada se consiguió sin la voluntad de ir más allá, de esforzarse al máximo.


Y en nuestra propia historia, en nuestra vida diaria, esta verdad resuena con la misma fuerza. Don Bosco, con su incansable trabajo por los jóvenes, nos dejó el testimonio más claro de que los grandes objetivos se alcanzan paso a paso, con perseverancia y mucho sudor. Él no se rindió ante las dificultades; al contrario, cada obstáculo se convirtió en una oportunidad para redoblar sus esfuerzos y confiar aún más en la Providencia.


Hoy, te invito a reflexionar sobre esos objetivos que tienes en mente. 



  • ¿Quizás quieres mejorar en tus estudios, aprender una nueva habilidad, o ser una persona más atenta con los demás? 


Sea lo que sea, recuerda que el esfuerzo es la clave. No te desanimes ante los tropiezos; son parte del camino. Cada pequeña acción que te acerca a tu meta es un paso valioso.

Así como los grandes personajes de la historia se esforzaron para dejar su huella, tú también estás construyendo tu propia historia. ¡Anímate a poner todo de tu parte para alcanzar esos objetivos que te harán crecer y ser más feliz!



VÍDEO: “Nadie triunfa solo por su talento inicial”. Toni Nadal, entrenador de tenis


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María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros.


Viernes, 10 de octubre

“Cuidar la mente, cuidar el corazón”

Hoy quiero que comencemos el día de una manera un poco diferente. Antes de decir nada, te invito a hacer algo muy simple: respira despacio. Inhala… y suelta el aire.
Puede parecer una tontería, ¿verdad? Pero hacerlo con calma nos recuerda algo que a veces olvidamos: que estamos vivos, que podemos detenernos, que no todo en la vida es correr o hacer cosas.

Hoy celebramos el Día Mundial de la Salud Mental, y quiero hablarte justamente de eso: de cómo estamos por dentro, no solo por fuera. Porque solemos preguntar “¿Cómo estás?” y responder “bien”, aunque en realidad no siempre lo estemos.
A veces hay días en los que nos sentimos tristes sin saber por qué, o cansados, o vacíos, o con la cabeza llena de pensamientos que no logramos ordenar. Y ¿sabes qué? Eso no quiere decir que seamos débiles; quiere decir que somos humanos.

La salud mental es tan importante como la física. Si te duele una pierna, vas al médico; pero si te duele el alma… muchas veces callas. Y callar lo que duele puede hacernos daño.
Por eso hoy quiero decirte algo muy claro: hablar también cura.
Hablar con un amigo, con tu familia, con un profesor, con la orientadora o con Dios. Porque cuando hablas, el peso se comparte y el corazón respira.

Recuerda que Dios también está en los días grises, cuando sentimos que nos faltan fuerzas. Él nos mira con ternura y nos dice: “Ven a mí si estás cansado y agobiado, que yo te aliviaré” (Mateo 11,28).

Don Bosco lo entendió perfectamente. Sabía que sus chicos a veces estaban tristes, asustados o confundidos, y por eso su receta era sencilla: alegría, amistad y confianza en Dios. Pero esa alegría no era fingida, no era decir “todo está bien” cuando en realidad no lo está. Era una alegría que nacía del sentirse acompañado, del saber que alguien te quiere, te comprende y camina contigo.

Así que hoy quiero dejarte tres mensajes muy simples:

1. Cuida tu mente. Igual que entrenas el cuerpo o estudias para un examen, también hay que cuidar el corazón. Dormir, descansar, desconectarte del móvil, salir a pasear, reír, rezar, escribir lo que sientes… todo eso también sana.

2. Habla y pide ayuda. No esperes a llegar al límite. Todos necesitamos a alguien, incluso los más fuertes. Nadie se salva solo.

3. Escucha. A veces el mejor regalo que puedes darle a un amigo es escucharlo sin juzgar, sin interrumpir, solo estando ahí.

Hoy, en este Día de la Salud Mental, pidamos a Dios que nos ayude a cuidar nuestra mente y nuestro corazón, a ser luz para quienes lo pasan mal, y a recordar que incluso en los días difíciles, Él sigue a nuestro lado.

Terminemos con una breve oración:

Señor, enséñanos a cuidar lo que sentimos,
a reconocer nuestras heridas sin miedo,
y a encontrar en Ti descanso y esperanza.
Haznos instrumentos de tu paz
y ayúdanos a acompañar a los demás con ternura y alegría.
Amén.

María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros.

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