Buenos días 23 y 24 de junio

Lunes, 23 de junio

Buenos días comunes en el teatro

Martes, 24 de junio

Hasta pronto

Hoy es el último día del curso. Un año más que Dios nos ha permitido compartir juntos, crecer, aprender y caminar como comunidad. No ha sido un camino perfecto, pero sí lleno de oportunidades: de mejora, de amistad, de superación, de servicio.
En este tiempo, cada materia, cada recreo, cada oración, cada encuentro con un compañero o profesor, ha sido parte de un plan mayor. Dios ha estado presente en lo cotidiano, aunque a veces no lo hayamos notado.

En los días buenos, lo vimos en la alegría compartida. En los días difíciles, en la fuerza que no sabíamos que teníamos. Hoy, al mirar atrás, reconocemos que cada momento ha sido un regalo y cada dificultad, una lección. Terminar un curso es como cerrar un capítulo de un libro que seguimos escribiendo. Y como todo buen final, es tiempo de mirar con gratitud.

Damos gracias por lo aprendido, por las personas que nos han acompañado y por el crecimiento que, poco a poco, Dios ha obrado en nosotros.
Pero también es un momento para proyectar esperanza. El descanso del verano no es solo para reponer fuerzas, sino para prepararnos con alegría para lo que viene. Dios no cierra este curso para dejarnos, sino para impulsarnos al siguiente paso con más sabiduría y más amor.
Así que, más que despedirnos, celebremos este final como una nueva oportunidad para agradecer, descansar y seguir construyendo nuestra vida con Dios como guía.

Oración

Señor, gracias por este curso que hoy termina.
Gracias por cada día vivido, por cada enseñanza recibida, por cada persona con la que compartimos este camino.
Gracias por estar en lo bueno y también en lo difícil.
Te pedimos que bendigas a quienes se van de nuestro colegio, y que acompañes con tu amor a quienes continuamos.
Concédenos un descanso reparador y un corazón siempre dispuesto a seguir aprendiendo de Ti.
Amén.

María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros.